Taiña
Después de varios años de espera y acuerdo, adaptamos nuestro carocho para navegar con una vela de relinga gallega. Para esto usamos el mástil y la vela de Chanquete (mientras no haciamos unos propios). Tuvimos que hacer una pica y fogonadura nuevas.
Las salidas que hicimos fueron asombrosas. Navegó con vientos de 25 nudos y, con todo el trapo, navegó seguro y muy rápido. Por ahora parece comportarse casi como una dorna, a pesar de que son barcos distintos.
Hace unos años hiciéramos la misma prueba con la Nova Esperanza. A pesar de ser una embarcación de fondo plano, la vela de relinga le daba unas cualidades muy buenas.
Seguiremos experimentando el año que viene.