Asociación Cultural Remadoira

Belida

Dorna de Plan, de 7,50 metros de eslora (12 cuartas).

La BELIDA es una dorna de plan de 7,50 metros de eslora. Lo que se sabe de este barco de antes de su recuperación es bien poco. Se cree que vino para la Ría de Vigo en los años 70, procedente de la Ría de Arousa. Estuvo fondeada en Domaio, Chapela y acabando en San Gregorio.

Se sabe que la dorna estaba cabinada, tenía proa meca (lanzada), no tenia mástil y estaba propulsada por un motor interior de 70 cv.. Además le habían hecho una balaustrada rodeando la popa.

A causa de la muerte do su dueño quedó abandonada en su fondeadero. La falta de cuidados hizo que las inclemencias del tiempo acabaran por hundir la embarcación en el año 1986, quedando acostada sobre la banda de babor.

En el año 2001, 15 años después, se localiza la dorna. La tarea de llevarla a tierra fue muy complicada, ya que estaba muy deteriorada excepto la zona que estaba enterrada en el fondo. Se usaron bidones vacíos para intentar sacar la dorna del fondo, y muy poco a poco se acercó hasta la rampa. Ya no tenía los bances superiores y le faltaba la cubierta entera. Toda esta operación de acercamiento duró un mes entero.

Para sacarla del mar se utilizó un camión con grúa, sujetando la dorna en dos tacos donde antes iba anclado el motor para, de esta manera, no deformar a su diseño. Durante el izado una de las anclajes rompió pero, a pesar de la sacudida que llevó la embarcación,  su diseño no sufrió ningún daño.

Una vez fuera del mar, lo primero que se le hizo fué una limpieza a fondo, para retirar todos los restos de suciedad que llevaba encima (fango, algas …). Después se fueron sustituyendo las cuadernas, una por una, por otras nuevas, usándose cada cuaderna vieja como plantilla.

Lo mismo hubo que hacer con el pinchón, la quilla y los bances, para los que usamos un coche para ayudarnos a hacerle la virada a las tablas. Para completar los bances que faltaban se montaron y ajustaron gracias a las lineas que nos marcaban las cuadernas.

La construcción de la cubierta parecía ser aun más complicada, ya que no había ningún resto. En la búsqueda de documentación encontramos en el libro del Sr. Steffan Mörling, “Las embarcaciones tradicionales de Galicia”, las cotas de una dorna de plan, llamada DOLORES, de medidas casi iguales a la nuestra. Se decidió hacerla, al igual que la DOLORES, de tilla corrida y darle las mismas cotas descritas por el Sr. Mörling; bancos, cadeira, tilla, fogonadura, …

Para el montaje del timón surgió una duda; hacer un timón tradicional o uno moderno. Se decidió por un timón moderno, ya que posibilitaría la instalación de un motor fueraborda y utilizarlo, de manera fácil, como propulsión auxiliar se fuese necesaria. De esta manera, la embarcación ganaría muchísimo en seguridad al contar con una propulsión alternativa. Es necesario decir, que estas adaptaciones, el timón moderno y el útil del fueraborda, es un montaje completamente reversible, pudiéndose aparejar un timón tradicional haciendo un ajuste en la quilla además de los  herrajes para el nuevo timón.

Para el mástil se aparejó  un poste, en desuso, del tendido de Telefónica; fuerte pero algo pesado, aśi como de una vela de relinga gallega.

Finalmente, se roció con carbulinium y después se carenó con patente en la obra viva y con alquitrán y aceite de linaza en el resto de la dorna.

Dos años después de su rescate, la dorna volvió al mar totalmente nueva, con excepción de dos piezas: un falso codaste (pieza que refuerza la unión de la quilla y el codaste) y la roda (pieza que une el pinchón con la quilla) que pertenecían a la dorna original.

Cuando se empezó a navegar con ella, nos percatamos que necesitaba algo de lastre. Esto es debido a que son embarcaciones hechas para trabajar en el mar, que iban siempre cargadas con aparejos y artes para la pesca y que, sin querer, hacían la función del lastre. Hoy, este barco se emplea en actividades culturales y de recreo, por lo que ya no lleva estos aparejos. Fue necesario lastrarla con 250 kg de arena, que se pusieron en sacos dentro de la tilla. También, a causa de su peso, se sustituye el  mástil de Telefónica por otro más ligero de pino gallego. Con todo esto, la dorna es muy rápida y con un navegar muy marinero y, desde entonces, va luciendo sus lineas por diferentes encuentros culturales en las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa.

Un año mas tarde, en 2004, se sustituye el lastre de los sacos de arena por un quillote de acero del mismo peso, con lo que se recupera el espacio de la tilla sin perder estabilidad. Sin embargo pierde un poco de velocidad al aumentar el arrastre de la obra viva. También se le hace un mástil nuevo, compuesto por maderas de iroco, pino gallego y abeto, unidas con epoxi; un mástil ligero pero de gran resistencia.

En el año 2009, se le modifica el timón, corrigiendo sus medidas, con lo que se mejora sus cualidades de navegación y maniobra.


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